LOS POLACOS NO PUEDEN FESTEJARLO
Por Andrés Pascual A veces se leen o escuchan cosas que...por ejemplo, Nardo Padura es el guionista de una película de argumento pa...
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Por Andrés Pascual
A veces se leen o
escuchan cosas que...por ejemplo, Nardo Padura es el guionista de una
película de argumento pareciado a las que hicieron hace 25 años los
cineastas ex soviéticos y del entorno en el Pacto de Varsovia; por
el tiempo es desfasada, por la presencia del castrismo terrorista en
la Isla todavía, un verdadero fracaso, por todo junto, UNA FALTA DE
RESPETO...
¿Quejarse hoy? Quizás
este tipo de elemento cree que toda Cuba era como él, entonces un
comentario “critico” del bodrio reza “lo peor es que aquello
nos parecía tan normal...” ¿A quiénes hijo de...? Este bando de
descara'os no son capaces ni de separarse bien de una parte, poca
desde luego, pero que hicimos la diferencia, cuando “nada de
aquello nos resultó normal nunca”, por eso luchábamos y lo
hacemos... De importancia capital, algo más que 4 gatos, desde hace
56 años, sabíamos que aquello ni era normal ni decente ni, mucho
menos, humanitario. Pero fue, es y será un paraíso para los hijos
de puta, los oportunistas, los traidores...
En el siglo XX hubo dos
“liberaciones de pueblos”, interpretables como lo quiera ver
cualquiera: si derrotar al Eje fue una victoria para muchos; para
otros, como Austria, que casi muere como nación al quedar en el saco
comunista post 1945, fue un milagro salir del radio estalinista. Los
austríacos estuvieron al borde del esclavismo y lograron escapar
gracias a la presión y el reclamo internacional: SE SALVARON EN
TABLITAS.
Los países que ocuparon
los soviéticos, en los que instalaron el comunismo y crearon el
Pacto de Varsovia, no debían considerar como “liberadora” la
fecha de 1945 ni nadie en lugar de ellos, ni los alemanes, que fueron
separados en dos y alejados, sentimental y patrioticamente, los del
Este de los del Oeste. El siguiente material, publicado por el Nuevo
Herald, es una monstruosa falta de respeto a los millones de ex
esclavos para quienes “libertad” significa el día de la Caída
del Muro de Berlín:
Aunque los alemanes
“liberados”, los rusos, los bulgaros y los rumanos rumian “su
mala suerte” por la conversión a demócratas, que casi interpretan
como impuesta por las quejas que se oyen, porque perdieron la
estabilidad económica miserable que les aseguraba Moscú, sin
esfuerzo personal ni voluntad de trabajo o de emprendimiento; es
decir, porque añoran el “paternalismo”, igual a no tenian nada,
pero vivian y ni asomo de la convicción competitiva que funda
pueblos de acero, por eso se quejan y reclaman con tristeza “aquellos
días”, cuando no tenían que trabajar ni hacerlo bien para
resplandecer y escalar hacia una rara forma de clase media acomodada
sin esfuerzo; cuando cumplir con las tareas del partido les reportaba
el reconocimiento de revolucionarios confiables y les aseguraba una
existencia algo mejor que miserable, superior a la de “quien
descubriera el mango...” pero “no marchara ni delatara”.
En Cuba será peor
“cuando se libere”, porque llevan mucho más años y adoran a los
jefes de la tiranía como a los fetiches del culto sincrético; amén
de que, lo puede ver en los lamentos por pérdidas bajo efecto de
catástrofes naturales, piden su ración en vez de agruparse y
arráncarsela al culpable que los esclaviza y desvalija hasta del
ripio de moral que no tienen. Allá no hay valor ni pa'entrarle a una
“shoping” y arrasar.
La similutud como
reaccionan los hombres nuevos cubanos y los ex chavistas venezolanos
“de la oposición” por la comida, da una imagen contradictoria de
la moral combativa rebelde, porque, mientras atracan tiendas o se
reparten caballos podridos de basureros, ninguno se va al monte para,
aunque sea, “dar un plante”, ni asaltan cuanta estación de
policía encuentren a su paso para borrar la pésima visión que
significó ver al “pueblo combatiente de Fidel”, a cientos de
miles, marchar el día-símbolo de su condición de esclavos. En
Venezuela es un pésimo remake tropical de la protesta del negro
americano, del robo y del vandalismo de esta lacra, apoyada por
tantos infieles comunistas en todo el mundo.
Por circunstancias que no
acabo de entender, a pesar del supuesto reclamo más justo, ni EL
PUEBLO DE HOMBRES NUEVOS DE LOS CASTRO NI EL CASI DEL
CHAVO-MADURISMO, LOGRAN TENER EL RECONOCIMIENTO Y EL APOYO DE LOS
NEGROS DE AQUÍ.
Claro, hay una gran
diferencia entre comerse un caballo podrido y robar en un CVS y
destruir 20 carros patrulleros; la forma de vida de la parte
castrista es más cercana a los pueblos africanos que invadieron como
mercenarios sin pago a nombre de Fidel, del Internacionalismo y de la
URSS sobre todo.
Analizando los resultados
castro-obamismo, por lo general, cualquier noticia que se lee es una
falta de respeto mayúscula, como los temores porque la tiranía
“ponga precios de lujo al viaje en ferris”.
A millones debían
cobrarlo, a fin de cuentas, al precio que sea lo usarán con “la
satisfacción del deber cumplido”, será la respuesta al llamado de
Raul y de la Robolucion, de los miles de hipócritas anticubanos,
propios o extraños, que esperan servirse de esta reapertura inmoral
de viaje marítimo.
Regreso a la efeméride
Abril de 1945, cuentan que Polonia fue uno de los objetivos por que
se declaró la II Guerra Mundial contra Hitler, pero el país fue
ocupado tanto por los nazis como por los bolcheviques bajo acuerdo
del llamado Plan Molotov-Ribentrop ¿Por qué no le declararon, a
cualquier precio, la guerra a Stalin también? ¿Por qué Occidente
no exigió el regreso de la 2da República a Polonia, que se mantuvo
activa desde el exilio?
¿Para qué sirvieron los
muertos aliados si Polonia quedó peor que cuando estuvo ocupada en
la parte alemana y siguieron como esclavos de los soviéticos después
de la conflagración?.
Los polacos odian a los
rusos, a los americanos, a los ingleses y a todo el que se hizo
llamar libertador contra los nazis, odio que yo apruebo, porque, que me diga alguien , uno solo si, en cuanto a Polonia, valió
la pena semejante esfuerzo que culminó en tragedia peor para aquel
país.