¿POR QUÉ OBAMA NUNCA SE HA RETRATADO CON BARRY BONDS?
Por Andrés Pascual Por circunstancias de efectividad ideológica, porque maneras de pensar aproximan o separan, en mi caso, hora ...
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Por Andrés Pascual
Por circunstancias de
efectividad ideológica, porque maneras de pensar aproximan o
separan, en mi caso, hora de que comience a ablandar el tratamiento a
Barry Bonds, porque, aunque sé que es judío converso desde hace
rato, hay algo que me ha hecho meditar: ¿Por qué Obama nunca ha
aparecido en una foto junto a Bonds? ¿Por qué no lo indultó para
evitarle el calvario legal al ex-pelotero? ¿Qué clase de análisis
merece esto?
El acercamiento político
de George W Bush con el destierro cubano quedó demostrado varias
veces, pero nada comparable a lo que hizo por Rafael Palmeiro, que
cometió perjurio ante un Gran Jurado cuando mintió sobre el uso de
sustancias, en poder de los magistrados las pruebas de orine que lo
acusaban.
Entonces el expresidente
decidió la absolución (indulto) del pecador y liberó de cuentas
con la justicia y la posibilidad de una fuerte sanción penal a
Palmeiro, aunque no fue suficiente para que el público lo tratara
igual, peor los cronistas que votan para Cooperstown.
George W
Bush es un gran fanático del beisbol, incluso fue inversionista
mayoritario de los Vigilantes de Texas, en asuntos patrióticos y/o
sociales, un valiente que se arriesgó, no tuvo miedo enviar tropas a
Irak ni meter la mano en la candela por un delincuente que conspiró
contra el juego y le mintió en la cara a la justicia.
La actitud de Bush hacia
el antillano hay que verla a través de dos cristales: el hombre de
beisbol y el ex jugador que trabajó para él, o el compromiso con el
miembro de una minoría que lo apoyó siempre, aunque Palmeiro no es
ejemplo de patriota cubano, sino de kubanoide apático ante los
asuntos que tengan que ver con la libertad de Cuba.
A Obama no le gusta el
beisbol, que no es pecado, como sí llegar al extremo de imponer el
retraso del inicio de un juego de Serie Mundial durante ¡15
minutos!, para televisar un mensaje de campaña electorera año 2012,
en contubernio con el Comisionado del Beisbol.
OK, le gusta el
baloncesto...a fin de cuentas nadie está obligado a simpatizar con
un deporte o con otro, pero un presidente está atado al cumplimiento
de normas y reglas cívicas respecto al desarrollo de cualquier
evento que involucre a la sociedad, sobre todo si es algo tan
sensible como el deporte nacional, parte indiscutible de la identidad
cultural y nacional americana.
Que el presidente Barack
Obama nunca se haya retratado junto a Barry Bonds (LO HA HECHO CON OTROS PELOTEROS, COMO jETER, FOTO DEBAJO), no puede
analizarse como parte del disgusto por el beisbol del individuo,
tampoco de la puesta a buen recaudo de su imagen contra la de alguien
manejado como delincuente por problemas con las sustancias y otros de
carácter legal, no, porque Bill Ayers es un ex convicto que cometió
crímenes contra la sociedad y no solo se retrata junto a él y/o al
racista Jeremy Wright, sino que los acepta de consejeros...
Bonds no tuvo el apoyo de
su presidente para salir sin problemas judiciales por lo del
perjurio, porque es judío y el saludo a los judíos se produce, caso
Obama, cuando, en carácter oportunista, conversa con Netanyahu sobre
asuntos de interés musulmán.
Obama no se ha referido
ni con una palabra de respaldo o de aliento a Bonds, porque, por su
religión, el ex-artillero es su enemigo, la referencia que obliga a
pensar así es que le dio su apoyo decidido a Kaepernick por agredir
a la patria quedándose sentado o arrodillado cuando se entona el
himno nacional americano.