11 de septiembre: ¿Qué saben realmente los estadounidenses sobre este terrible día?

 Por Pamela Geller.

Veintiún años después, ¿y dónde estamos? ¿Qué saben nuestros hijos sobre el 11 de septiembre y los terroristas islámicos que atacaron nuestro país en el peor ataque a nuestra patria en la historia de Estados Unidos? En una palabra, nada. O peor.

¿Por qué los atacantes hicieron esto? Discutir su motivo hoy, veintiún años después, equivale a un crimen de odio. Las últimas cartas de los yihadistas casi han sido borradas del registro público.

Intenten leer  las cartas de “martirio” dejadas por los terroristas musulmanes. Allah es mencionado más de noventa veces. “Recordad a vuestros hermanos que este acto es por Alá Todopoderoso”, hecho por la causa del avance del Islam.

Antes del ataque, uno de los terroristas musulmanes que azotó nuestra nación el 11 de septiembre de 2001 escribió: “Cuando comience la confrontación, golpeen como campeones que no quieren volver a este mundo. Grita, 'Allahu Akbar', porque esto infunde miedo en los corazones de los no creyentes. Allah dijo: ‘Golpea por encima del cuello y golpea en todas sus extremidades’”.

Pero, ¿cuántos escolares estadounidenses saben o entienden que los atacantes eran terroristas de la yihad islámica? ¿Cuántos saben qué es una yihad, o cuál era el objetivo de los ataques del 11 de septiembre?

En la mañana del 11 de septiembre de 2001, los yihadistas atacaron la patria cuando terroristas musulmanes secuestraron cuatro aviones comerciales. Los primeros dos aviones, el Vuelo 11 de American Airlines y el Vuelo 175 de United Airlines, volaron contra las dos torres del World Trade Center en la ciudad de Nueva York. Un tercer avión, el Vuelo 77 de American Airlines, chocó contra el lado occidental del Pentágono, en las afueras de Washington, D.C. El cuarto avión secuestrado, el Vuelo 93 de United Airlines, se estrelló en un campo en la zona rural de Pensilvania, y nunca alcanzó su objetivo debido a que su tripulación y pasajeros luchó contra los terroristas. Casi 3.000 personas perdieron la vida durante los ataques del 11 de septiembre, un número que casi seguramente habría sido significativamente mayor si no fuera por las acciones de los que estaban a bordo del Vuelo 93.

En esa fatídica mañana, terroristas musulmanes secuestraron el Boeing 767 de American Airlines cargado con 20,000 galones de combustible para aviones y lo estrellaron contra la torre norte del World Trade Center en la ciudad de Nueva York a las 8:46:40 am, matando instantáneamente a cientos de personas y atrapando a cientos más en los pisos superiores del edificio.

Dieciocho minutos después, a las 9:03 am, un segundo avión secuestrado, el vuelo 175 de United Airlines procedente de Boston, giró bruscamente hacia el World Trade Center, se estrelló contra la torre sur y explotó.

A las 9:45, los yihadistas golpearon el centro neurálgico del ejército estadounidense: el vuelo 77 se estrelló contra el Pentágono.

10:05 a. m.: La torre sur del World Trade Center se derrumbó y se desplomó sobre las calles de abajo. Se formó una enorme nube de polvo y escombros que se alejó lentamente del edificio.

10:10 am: Vuelo 93 de United Airlines, también secuestrado. se estrelló en un campo en la zona rural de Pensilvania, sin llegar nunca a su objetivo previsto, porque su tripulación y pasajeros lucharon contra los terroristas de la yihad. Los secuestradores tenían como objetivo la Casa Blanca, el Capitolio de los Estados Unidos, el retiro presidencial de Camp David en Maryland o varias plantas de energía nuclear a lo largo de la costa este.

Aquí estamos veinte años después y... han ganado. Biden ha desatado a los perros de la guerra. Entregar Afganistán a los talibanes fue solo el comienzo, no el final.

Si alguien te hubiera dicho en septiembre de 2001, mientras caían las Torres Gemelas y perecía gente en el Pentágono, que en el vigésimo aniversario de esta atrocidad Estados Unidos estaría pensando en alinearse con los tipos que ayudaron a hacerlo, habrías pensado que estaban locos.

La guerra posterior al 11 de septiembre contra la verdad y la realidad fue el modelo implementado con éxito para la maquinaria de propaganda y desinformación que los demócratas han empleado para destruir nuestro país y desmantelar nuestras libertades. Censurar la verdad mientras se difama, difama y ataca a cualquiera que disienta de la mentira es ahora el negocio diario del partido demócrata y sus lacayos en los medios, la academia y el eje del entretenimiento. Los demócratas perfeccionaron este enfoque después de los ataques del 11 de septiembre, difamando y destruyendo a cualquiera que se atreviera a acercarse a la verdad de lo que sucedió ese día y por qué.

Y así, casi la totalidad de la generación posterior al 11 de septiembre no tiene idea de por qué sucedió, o qué se puede y se debe hacer para evitar que vuelva a suceder. Y así, en un día terrible en un futuro no muy lejano, volverá a suceder. Por eso, podemos agradecer la negación y la ignorancia deliberada de la izquierda, y su búsqueda despiadada de su agenda autoritaria.

Pamela Geller es escritora y periodista. Ha sido criticada por su postura anti islamista radical y por ser una de las pocas mujeres mediáticas abiertamente anti liberal en EE UU