Es falso que Biden está generando empleo. Desde junio va en cuesta abajo.

Por Carlos Carballido. INFORME ECONÓMICO.

Cuando la administración Biden intenta convencer de su efectividad lo primero que plantea es la buena salud del empleo, sin embargo, las estadísticas demuestran que desde el pasado mes de Junio está cayendo en picada libre.

Un informe de la Oficina de Estadísticas Laborales, BLS por sus siglas en inglés y que usted puede ver aquí, reveló que la cantidad de puestos de trabajo se redujo en unos 650 mil puestos, de los cuales 350 mil se eliminaron en el sector minorista norteamericano. 

Este es uno de los efectos de la caída de la confianza del consumidor, la más baja evidenciada en 50 años. Ni siquiera la crisis económica del primer mandato de Barack Obama ofreció un panorama tan desolador. 

La cifra es alta pero todavía no se ve como una crisis grave porque aún los empleadores están ofreciendo puestos de trabajo debido a lo que se llama la gran renuncia que han provocado una avalancha de puestos disponibles todavía y que ya hemos analizado en Disidente Digital (véalo aquí) 

Según BSL lo significativo no es la cantidad de puestos que aún están disponibles sino la tendencia de los empleadores a poner en oferta cada vez menos plazas laborales, lo cual es un indicador de que la Recesión es una realidad en Estados Unidos. 

Si observamos el informe estadístico podemos ver un retroceso tanto en el sector de bienes como en el de servicios.

Las ofertas de trabajo en el comercio minorista caen 343,000 a medida que el gasto del consumidor se reduce aún más debido a la inflación, y ahora vemos que el lado de los servicios con ocio y hospitalidad cae 91,000 vacantes. 

Aunque la administración Biden insiste en modificar el concepto de Recesión, la realidad indica que ha llegado porque los empleadores comienzan a ofrecer menos trabajos. Esta tendencia se agudizará en el próximo trismestre y quizás se extienda hasta principios del próximo año. 

La bonanza laboral de la era Trump, hábilmente aprovechada por esta administración demócrata está dando síntomas de muerte. El panorama futuro definitivamente no tiene buena cara .