Por Andrés Pascual
¿Es una burla?:
http://www.diariolasamericas.com/deporte/ken-griffey-satisfecho-que-vio-cuba.html
“Tony González asistió
a la residencia del embajador americano junto a Griffey y Larkin...”
lo dijo un cronista del Diario las Américas que ni vio ni sabe nada
sobre el homosexual que abusó del hijo de Eddy Martin, además, se
refiere al individuo como “shortstop de gran alcance”.
Entonces hay otro
material, también del Diario, en que se hace referencia a la
conmoción causada por los dos ex jugadores “afro” en el público
habanero:
http://www.diariolasamericas.com/deporte/ken-griffey-jr-y-barry-larkin-conmocionan-habaneros.html
Sin embargo, hoy escuché
que solo en La Habana conocen de la visita, porque, como han hecho
siempre desde que llegó a Cuba Preston Gómez en 1969, después Tani
Pérez, Oliva, Tito Fuentes, Campaneris, Versalles o Tiant hace pocos
meses, para que el pueblo se entere más allá de su provincia, tiene
que oírlo “por una emisora de fuera” o decírselo alguien que
esté involucrado en asuntos de beisbol en nivel intermedio o alto
burocráticamente y que le tenga confianza, ni la prensa escrita,
radial o televisiva de alcance nacional lo informa. Esto no lo saben
ni Griffey ni Larkin, pero Katherine Rice, que preparó este “pueblo
a pueblo” por orden de Obama, sí.
En Pinar del Río, Oliva
asiste a una peña en el estadio cada vez que viaja a la Isla,
incluso ha comentado por Radio Guamá y nadie en Matanzas lo ha
podido escuchar ni lo saben.
Tampoco han dicho nada
cuando René Friol o Borrego Álvarez (fallecido) han estado en Cuba.
Willy Miranda visitó la Isla 9 meses antes de morir en 1996, yo
hablé con él cuando se iba y cuando regresó, en la casa de Fausto
su hermano, q.e.p.d ambos.
Hasta 1964 le permitieron
a Ultiminio visitar a su padre en Matanzas, el señor era palero y el
ex-campeón no podía pelear sin su bendición.
Aunque el profesionalismo
fue descabezado por decreto tiránico desde febrero de 1962, durante
varios meses después permitieron que boxeadores con contratos de
peleas en México o Panamá cumplieran los compromisos, como Enrique
Hitchman, que perdió por nocao con Laguna en la capital itsmeña el
18 de noviembre de ese año.
El narrador Felo Ramírez
también ha viajado a Cuba, como hiciera en su momento Guillermo
Portuondo Calá.
Cucho Rodríguez Galí,
el último dueño de los Elefantes del Cienfuegos de la Liga Invernal
con Guille Alonso Bermúdez, casi sufre un síncope de la emoción,
dicen, cuando pisó tierra cubana. Y José Legrá en 1971.
En 1979 estuvo en Cuba
Rolando Laserie, hace poco lo imitaron Marino Martínez, Jorge Ebro y
Omar Claro.
George Steinbrenner, Bob
Arum (foto, amigo de la tiranía), Alí (casi familia de aquella
canalla), Don King, Sugar Ray Leonard, Roberto Durán, Wade Boggs,
Aaron, Whitey Ford (lo llevó Steinbrenner y ofreció clínicas) y
muchos más también han estado en Cuba durante los 70's y los 80's.
Joe Dimaggio le envió
una pelota dedicada al tirano; según se cuenta, el Clipper era su
jugador preferido.
Aunque nos afectamos
muchísimo por las visitas de gente del arte, la farándula o el
deporte no cubanos a la Isla, no es menos cierto que no están atados
ni sentimental ni moralmente al problema, es decir, no tienen por qué
hacer suyos el dolor nuestro por la tragedia; como yo respondo con el
ajeno que, a pesar de la libertad de selección, no sea solidario,
importándome un pepino lo que le suceda como gente y como pueblo.
No podemos exigirles
hasta asfixiarlos a los “extranjeros”, sobre todo, porque la
cantidad de nacionales de cierta fama que fueron afectados por la
tiranía y van allá, supera cualquier nivel vergonzosamente
aceptable para el empeño que intente solucionar las cosas como Dios
manda, de importancia capital, no contribuir a consolidar la infamia
con el disfraz de buena voluntad, que es lo que sucede al
legitimarlos y mantenerlos económicamente con esos “tours”
infames.
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