Respuesta a quienes solo pudieron matar al mensajero y no al mensaje del artículo sobre la C40.
EDITORIAL Como era de esperar por su autor, el artículo sobre la C40, publicado en Disidente Digital ha generado mucha polémica...
https://www.disidentedigital.com/2022/07/respuesta-quienes-solo-pudieron-matar.html
EDITORIAL
Como era de esperar por su autor, el artículo sobre la C40, publicado en Disidente Digital ha generado mucha polémica, enojos y distribas lacerantes. Eso es bueno porque ha puesto de manifiesto que en materia de discusión política, filosófica y abstracta sobre temas medulares hacia una Cuba Libre, a los cubanos del exilio y sus activistas, les queda muchísimo camino por recorrer. El primer tropiezo en el sendero es la intolerancia a criterios diferentes.
No acostumbramos en esta plataforma renovada, a matar al mensajero porque cada cual es libre de opinar, de criticar y de descalificar, incluso si en esas opiniones solo se muestran ataques verbales hacia autor y referente del artículo pero que en ningún momento han podido desmentir las tesis que hemos planteado sobre la C40
Los detractores prefieren llamarnos "habla mierda por Space", enviarnos a leer y visitar bibliotecas o museos. Pero en ninguno de los casos, han podido demostrar que nos equivocamos cuando decimos que la C40 fue preñada con ideas socialistas y de Izquierda de la época.
No han podido demostrar que nos equivocamos cuando afirmamos por evidencia histórica que fue la C40 la que permitió el camino legal para que un tirano cómo Fidel Castro llegara al poder.
No han podido demostrar que la C40, en artículos ambiguos, daba patente de corso a la expropiación de la propiedad si esto se hacía por un bien social. Mucho menos pueden explicar que expropiar con justificación sociales además de atentar contra la libertad es validar a un Estado Benefactor que tanto daño ha hecho a pueblos y naciones.
Ante la imposibilidad de matar nuestro mensaje entonces nada más socorrido que acudir a matar al mensajero.
Más allá de Plutarco, nadie como Sigmund Freud para explicar por qué matamos al Mensajero. En su obra "On Metapsychology", precisa que quién es incapaz de descuartizar el mensaje solo tiene como salida aniquilar al mensajero como impulso determinante por la necesidad de combatir su sentimiento de inutilidad. Al quemar las cartas y matar al mensajero, Boabdil todavía estaba intentando demostrar su poder absoluto, advierte Freud. «Un caso marginal de este tipo de defensa (…) para enfrentar lo insoportable»,
Decía Martín Vivaldi, ese maestro del periodismo que todo el que pasó por una facultad tuvo que leer, que el ser humano es ante todo un ser que comenta y por tanto un ser que opina. Pero quien hace uso profesional del arte de comentar debe entender que las notas escenciales de toda crítica debe ser el análisis fáctico y la síntesis artística.
Manuel Graña González, otro gran maestro del periodismo en inglés y español, decía que todo comunicador que NO sepa medir el alcance o efecto de sus palabras ni saber cómo engarzar el principio con el final de lo que habla o escribe, no llegará a dominar su arte. Con descalificaciones al mensajero mucho menos si no se es capaz de triturar el mensaje.
Tienden los cubanos a usar a Martí para justificar lo injustificable. Castro, por cierto, parece haber extendido esta tendencia. Sobre las Constituciones dijo:
"la estadounidense por eso dura : porque, inspirada en las doctrinas esenciales de la naturaleza humana, se ajustó a las condiciones especiales de existencia del país a que había de acomodarse, y surgió de ellas. (…)
Una Constitución es una ley viva y práctica que no puede construirse con elementos ideológicos. (O.C. t 9, p 308)
Y es en esto último donde autor del artículo y su referente, el filólogo Ray Luna, encuentran una de las razones para afirmar que en una Cuba Libre posible debería, y enfatizamos, debería, empezarse desde cero para establecer una República Responsable y evitar ampararse en una Constitución que si bien fue un logro para la época, lo cierto es que deja el camino abierto para que el socialismo cómo ideología se vuelva a repetir en la isla.
Simplificar lo que debería ser un análisis profundo a seguir pautas monolíticas sobre la necesidad única y absoluta de la C40 obviando otros análisis, es propio de soberbios. Obligar a los cubanos a una sola visión , como la necesidad de que haya que mantener la C40 por al menos un par de años como sugiere Julio M Shiling, porque los cubanos podríamos estar permeados por el castrismo, es en sí la primera negación a la trayectoria de pensamiento, estudios y sentimientos anticastristas y antisocialistas que se han cultivado en el exilio histórico. Ese reduccionismo solo los hacen mirar por encima del hombro.
Mucho cuidado deben tener esos que trituran al mensajero porque es más sencillo que tratar de desmontar su mensaje de manera fáctica e inteligente.
Quien así actúe corre el grave peligro de terminar siendo, o serlo ya, tal y como nos describen los detractores.