Con cálida aflicción, al fin se deshizo el largo beso: y como las últimas gotas repentinas caen del resplandeciente alero cuando la tormenta ha huido, a solas vaciló el latir de sus corazones. Sus pechos se apartaron, con el brotar abierto de las flores nupciales a su lado, extendidas desde el tallo unido, más aún sus bocas ardiendo se acariciaron donde yacían separadas.
El sopor los hundió más profundamente que la marea de los sueños, y sus sueños los vieron sumergirse y escapar. Delicadas sus almas flotaron de nuevo por esplendores acuáticos, y, ahogados, grises objetos del día; hasta que por un prodigio de leños nuevos y corrientes él se despertó y más se maravilló: pues ella estaba a su lado.
Los huevos entalcaítos
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Por Armando de Armas. Cafetería del SW en Miami. ¿Hola, papi, qué vas
a querer? En los treinta, toda fabricada. Le digo: Quiero los huevos
revuelto...
Biden trata con desprecio a la prensa
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A ver @JimAcosta @jorgeramosnews qué me dicen de esto. Dale @JanetRodriguezA
@Univision @UniNoticias para que lloren bastante… https://t.co/WHvT9LxIQH
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