Ucrania debe ganar la guerra en este verano o la perderá en el Invierno.

Por Carlos Carballido. ANÁLISIS GEOPOLÍTICO. 

A casi 6 meses del conflicto bélico ruso ucraniano lo único que parece ser real es que Occidente y su brazo armado de la OTAN hicieron muy mal los cálculos. 

Ahora el gran problema para Ucrania y Europa es la eventual llegada del invierno. Las bajas temperaturas evocarán nuevamente al Mariscal Invierno, el mismo que ayudó a Moscú a Vencer desde a Francia hasta Finlandia en varias contiendas hace más de 100 años. 

 El presidente favorito de Occidente, Volodymyr Zelenskyy está obligado a ganar esta guerra a más tardar en Agosto. Si no lo logra, la victoria rusa será pan comido porque todo quedará en manos del Mariscal Invierno.

¿Y por qué afirmamos esto? Porque Occidente, llámese Europa manipulada por EEUU,  no tiene manera de suplir el déficit energético que demandan en los meses fríos sin el gas ruso. Déficit agravado por el cierre del Nord Stream 1 (NS1)  debido a labores de mantenimiento primero y por negativas de Canada de devolver una estación de bombeo  que estaban reparando. Otra estupidez garrafal. 

Para colmo de males, el presidente ruso Vladimir Putin acaba de anunciar que no le preocupa el problema con el NS1 y que abrirá el NS2 si es que Europa desea pasar el invierno sin grandes problemas. Ya Hungría y Alemania dijeron que lo aceptarán porque negarse sería suicidar masivamente a sus ciudadanos.  Queda por ver si el resto de Europa acepta o todavía sigue jugando a la fidelidad marital con Biden. 

Aún así aunque se abriera hoy el NS2,  el deficit energético continuaría porque solo se podría bombear unos 27 mil  millones de metros cúbicos anuales que representa solo la mitad de lo que necesita Europa. Putin dijo que es imposible bombear más porque debe responder a la demanda doméstica y de aliados como China. Según analistas, el deseo de Rusia de abrir el NS2 significa que tal vez no reabran el 1 y entonces Ucrania que distribuye ese gas sumaria a.sus desgracias quedarse sin entrada de ese  dinero.

Tras la incursión armada de Moscú, Occidente parece haber sido lanzado al abismo económico por las presiones de la administración Biden que prometieron un paquete de sanciones que ahogarían a los rusos invasores. 

Sin ahondar mucho, la evidencia más allá del triunfalismo de la prensa occidental demuestra que ha ocurrido todo lo contrario. La estabilidad económica de los rusos es, en este minuto, muy superior a la de los europeos. Los niveles de inflación están controlados y la escacez de productos no es un problema grave porque los han  suplido con productos nacionales o importados de China, India, África y América Latina. Quizás con menos calidad pero visibles en los estantes del mercado público. 

 El Rublo se ha fortalecido para estabilizarse entre los 50 a 60 unidades respecto al dólar mientras que el euro ha sufrido el desplome más grande de su historia llegando, incluso, a cotizarse algunos días por debajo de la moneda estadounidense. 

El paquete de sanciones promovidos por la Unión Europea fue totalmente mal calculado. Cualquier novicio en la Facultad de Economía hubiera adivinado que tratar de ahogar financieramente a un país como Rusia, con supremacia en la producción petrolera, gasística, de minerales raros, oro, fertilizantes y Cereales, lo primero que generaría es una inflación galopante, seguida de una escacez generalizada de alimentos que ya está afectando a África y de una  crisis energética que azota a Europa y lo más importante, destronaría al petro dólar que desde la época de Nixon se adoptó como patrón de respaldo sacando al oro de la ecuación. 

Es estúpido jugar así con un país como Rusia con supremacia en materia energética y con unas 300 millones de toneladas de reserva gasística y de oro extraíble. 

Lo único que le interesó a Occidente fue extender la OTAN casi hasta las narices de Moscú para dar via libre a la venta de armamentos y de ayuda humanitaria que hasta las mismas autoridades ucranianas denuncian que no están llegando adecuadamente. Es como un circo que ha empujado a casi 600 funcionarios del gobierno a dimitir y sumarse a la parte rusa. 

 

En este juego no han importado ni los muertos ni mucho menos importará cuántos europeos se congelarán de frío en este invierno que ya está en la puerta de entrada..

Lo que se vislumbra es que Zelensky no tendrá más opción que rendirse y aceptar las demandas rusas pero ahora en un panorama diferente. Rusia reclama territorios étnicos del oeste sueoeste que son los más ricos de Ucrania. Kiev, de aceptar,  lo único que podrá hacer es dividir al país para convertirse en la Korea de Europa . 

Cuando pasen los años y empiece a desclasificarse la información de guerra  entonces quizás entenderemos que todo esto pudo haberse evitado en la mesa de negociaciones.

 Históricamente todo aquel que ha seguido ciegamente los caprichos de la fallida política exterior estadounidense termina con la misma sensación de haber dormido con un bebé aquejado de incontrolables diarreas. Zelenski debería entenderlo porque, en el invierno próximo, bañarse será casi imposible.