Si usted cree que Trump puede ganar el 2024 piénselo dos veces porque todo atenta contra él.
Por Carlos Carballido Rockwall, Texas. - Donald Trump parece que será el último presidente que intentó salvar los valores americanos más...
Por Carlos Carballido
Rockwall, Texas. - Donald Trump parece que será el último presidente que intentó salvar los valores americanos más allá de la ideología de demócratas y republicanos. Aunque una buena cantidad de americanos confía en su regreso en el 2024, las evidencias concretas están diciendo a gritos que no será así.
Debido a la demografía, la manipulación de los votantes y
las fallas ideológicas implacables propiciadas por instituciones en manos
demócratas liberales como el sistema electoral estadounidense, las elecciones
próximas parecen ser el punto de no retorno para esta nación si vuelve a ganar
(si o si) el candidato presidencial del Partido Demócrata.
Ya vimos todas las irregularidades presentadas en la pasada
contienda electoral. La negativa de las cortes de investigar las mismas. La
anulación de testimonios que evidenciaron fallas en el sistema de votaciones y todos
los esfuerzos realizados solo recibieron el silencio de la Gran Prensa y lo
peor, el desinterés total de la Corte Suprema en al menos, escuchar los casos.
Una nación con esos problemas solo puede ser considerada como corrupta y tercermundista,
pero en manos de cuellos blancos y políticos de cuello azul. Esa tendencia NO
se ha solucionado y no apunta a que se hará para el 2024. Recordemos como la
ola roja en el medio termino fue realmente un ridículo que evidenció las mismas
tendencias irregulares sufridas en el 2020.
El entorno social que vive EE., UU actualmente es totalmente
desfavorable a la reelección de Trump para un segundo término y las evidencias estadísticas
son un vivo reflejo de esta afirmación. Si no lo cree solo de click en los
enlaces en rojo.
Las generaciones más jóvenes de Estados Unidos (Millennials
y Gen Z) ahora representan más
de la mitad de la población. Solo
el 27 % está orgulloso de ser estadounidense y, como era de
esperar, casi el 20 % cree
que el Manifiesto Comunista “garantiza mejor la libertad y la igualdad para
todos” que la Declaración de Independencia y casi la mitad cree que el sistema
económico de EE. UU. funciona en su contra.
Lo más preocupante es que el 68% de
estas dos generaciones votaría por un candidato socialista
declarado. Cuando se combina con la desafortunada realidad de que el 33 %
de las generaciones mayores también votaría por un socialista declarado, el
impacto político de los millennials y la generación Z no se puede subestimar.
Este segmento masivo de la ciudadanía está creciendo en
influencia con cada elección que pasa. En 2016 este grupo representó
el 36% de
todos los votantes registrados. En 2020 representaron el 44% de
todos los votantes registrados. En 2024 se estima que representarán casi
el 52% de todos los votantes registrados.
Mientras que en las elecciones de 2016 estas dos
generaciones representaron menos del 32 % de los votos generales y votaron
entre el 55 % y el 38 % por
Hillary Clinton frente a Donald Trump, para las elecciones de 2020
este bloque representó el 44 % de los votos generales y votaron entre el 54
% y el 54 % de los votos. 43% para Joe Biden contra Donald Trump.
A pesar de la inflación desenfrenada, la recesión inminente,
la desaprobación masiva del desempeño laboral de Biden y el 75 % del país de
acuerdo con la afirmación de que la nación está en el camino equivocado, en las
elecciones intermedias de 2022, estas dos generaciones votaron entre
el 57 % y el 40 % por el demócrata. Candidatos al Senado y a la
Cámara, que es la razón principal por la que la tan cacareada y esperada ola
roja no se materializó.
Estas generaciones no están perdidas para los conservadores
si el candidato republicano de 2024 tiene el temperamento y la capacidad de
hablarles descaradamente sobre la dirección del país y su papel vital en su
futuro en comparación con el escenario distópico que ofrecen los demócratas
marxistas. Pero el Establishment Republicano está cómodo votando y siguiendo
las mismas agendas de los demócratas (inmigración descontrolada, ideología de género
e inclusividad)
Para que un candidato republicano gane en el 2024 tiene o
que ser muy aguerrido para destrozar al oponente demócrata o sencillamente
deberá estar alineado con la corriente liberal que está sacudiendo los
cimientos de esta nación. Trump puede que lo haga, pero ya no es creíble por su
zigzag político de los últimos tiempos cometiendo pifias como el endorso a
RINOs que incluso fueron sus peores enemigos durante su estancia en la Casa
Blanca.
Así las cosas, el candidato republicano en 2024 no puede
ganar la presidencia sin reducir el déficit de votos en los últimos tres ciclos
electorales de un promedio de 15 a al menos 4-5. puntos porcentuales, ya que se
estima que este bloque de votantes representará de la votación
total.
En 2016, el 89% del voto
negro y el 66% del voto hispano respaldaron a Hillary Clinton. En
2020 los resultados respectivos fueron 87%
de negros y 65% de hispanos votaron por Joe Biden. A pesar de
verse desproporcionadamente afectado por las políticas económicas demócratas,
las elecciones intermedias de 2022 registraron un patrón similar, ya que
el 86 %
de los negros y el 60 % de los hispanos votaron por candidatos
demócratas al Senado y la Cámara.
Si bien solo existe una posibilidad marginal de aumentar el
voto negro en 2024, existe la oportunidad de aumentar la proporción del voto
hispano pero eso depende totalmente de un candidato republicano que pueda
aprovechar la base económica y cultural de los latinos estadounidenses y un
historial de aceptación de estos votantes. Y la pregunta sería, ¿dónde
está ese candidato? Porque los potenciales Marco Rubio, Ted Cruz y algunos
otros realmente no tienen interés en buscar esos valores en votantes que hablan
su propio idioma.
La combinación de estos hechos estadísticos , la realidad demografía
de EE.UU donde la avalancha masiva y descontrolada de inmigrantes ilegales
redibujarán los circuitos electorales, sumado a la recolección de boletas descarada y sin
restricciones, la votación por correo, el fraude electoral absoluto por parte
de la ley y la manipulación de boletas por parte de los demócratas en todos los
llamados estados de campo de batalla, las perspectivas de ganar futuras
elecciones presidenciales por un
republicana patriota y amante de EE. UU son sencillamente 1 entre 1 millón
para ser conservadores en la probabilidad.
Trump puede que gane la nominación del Partido. Pero de ahí a
ganar…. Ya es casi imposible. Su oportunidad de cambiar las cosas en América
murió cuando aquel 6 de enero sencillamente se dejó vencer enviando a su masa que
protestaba en Washington a la casa y desoyendo a sus amigos leales como el Gral.
Flynn para que invocara tanto la Ley Marcial como la Segunda Enmienda. Si, esa misma… el derecho del pueblo a portar
armas para defenderse de un gobierno tiránico como el que imponen los Demócratas
con ayuda de Rinos. La oportunidad se desaprovechó
y entonces ya estamos sufriendo las consecuencias.