Legislaturas de 16 estados que aportan 206 votos electorales ya han firmado el Pacto Interestatal por el Voto Popular Nacional.

Por Carlos Carballido y Ulysses Pereira 

Estados Unidos está a punto de convertirse en un sistema democrático popular o por mayoría simple a la hora de elegir a su presidente debido a un plan demócrata llamado Pacto Interestatal por el Voto Popular Nacional ( NPVIC por sus siglas en ingles ) que ya ha sido adoptado en 16 estados demócratas que aportan 206 colegios electorales de los 270 necesarios que necesita un candidato para llegar a la Casa Blanca. ( ver aquí en qué consiste) 

En la actualidad NPVIC está a un 76 por ciento de ejecución aprobadas por las legislaturas estatales en manos del partido demócrata, únicas facultadas para decidir la manera en que se cuentan los votos, y en espera a ser firmadas por los gobernadores de esos estados. No existe ningún impedimento constitucional para hacerlo porque en el artículo II no se especifican ni obligatoriedad de ciudadanía para votar ni prohibición de votación por mayoría, sino que es decisión única y exclusiva de los estados.

Los cerebros de este Pacto sotienen con amplia fuerza jurídica que  el conceoto de : El ganador se lo lleva todo no está en la Constitución de los Estados Unidos y no se menciona en la Convención Constitucional. Y aquí está el vacío legal que podría llevar al cambio de una República Constitucional Representativa a un sistema democrático popular. Según la Universidad de Georgia (lea aquí)  los estados en azul ya han firmado el pacto 

 Solo se necesitan 106 votos electorales más,  de los  270 votos necesarios para consumar el NPVIC considerando solo  cantidad de votos que un candidato gane a nivel nacional, convirtiendo así a la población rural estadounidense y a estados como Wyoming que solo aporta 3 votos electorales,  en siervos de la ideología que impere en California que aporta la mayoría con 55.

De acuerdo con el Artículo II de la Constitución, cada legislatura estatal decide cómo distribuir los votos de sus colegios de acuerdo a la suma de votos que un candidato obtiene en cada colegio de ese estado. Pero ahora, de firmarse la Ley del NVPIC en cada estado demócrata  se le otorgaría la victoria automáticamente al canditao que nacionalmente haya acumulado mayor cantidad de votos, que dicho de otra manera,  jamás favorecerá a un republicado debido a que las grandes ciudades están en manos de los demócratas y su población siempre vota azul. 

Para evitar esto habría que aprobar una enmienda más a la Constitución cosa que no tiene suficiente apoyo ni de los demócratas ni de los republicanos que actúan como fieles compañeros cuando de este tema se trata. Es increíble que a estas alturas del juego aún no hayan legisladores que lleven este tema a las discusiones para obligar a los tribunales a que se pronuncien.  

Entonces lo que está ocurriendo es que se está utilizando el vacío legal constitucional que NO define a nivel federal las reglas del juego ni el requisito de ciudadanía para ejercer el voto, aspectos que están ahora favoreciendo a esta nueva práctica de aplicar en NVPIC hasta lograr los 237 votos electorales necesarios para ganar la contienda presidencial. Es un fuego por todos los frentes usando ese vacio legal. Desde el llamamiento a que los ilegales voten hasta el reordenamiento de los distritos elctorales debido a la invasión de inmigrantes ilegales entrando por la abierta de para en par frontera sur. 

Este Pacto de corte socialista en cuanto a sistemas de gobierno por elecciones no es nuevo. Comenzó en el 2006 liderada por un multimillonario de California llamado John Koza que está cabildeando junto a abogados y el Big Tech  para que las legislaturas ignoren la representatividad de sus ciudadanos en las elecciones. Según varios análisis, el cabildeo políticos logró que la tendencia fuera sumando estados azules una y otra vez y sus resultaros iniciales se reflejaron en la primera victoria de Barack Obama en el 2008.

¿PUEDE UN REPULICANO GANAR LIMPIAMENTE BAJO ESTA NUEVA REALIDAD?

Muy difícil que lo logre desde el punto de vista matemático. En este minuto si 206 colegios electorales ubicados en 16 estados demócratas o con legislaturas del mismo partido están ya bajo el NPVIC, aunque aun no es Ley, pero puede serlo solo con una firma del Gobernador, el próximo candidato republicano, digamos Trump, necesitaría 332 votos electores para alcanzar la vitoria. No es imposible, pero si demasiado poco probable.

Si analizamos como han evolucionado las vitorias electorales hay que tener en cuenta varios elementos:

Trump ganó las elecciones del 2016 con 304 votos electorales según el Archivo Nacional. Inicialmente se dijo que 306 pero pocos saben que la campaña de Hillary impugnó y solo le fueron concedidos dos más.  Bajo este nuevo esquema Trump necesitaría ganar 332 votos electorales, es decir 28 mas que en el 2016, es decir 6 votos menos que lo alcanzado por el presidente estrella de los democratas , Barack Obama en el 2008. 

En la Historia de Estados Unidos, con el aumento de los representantes y la población urbana la tendencia de las elecciones presidenciales tenía una tendencia creciente en ganar votos electorales desde Franklin Delano Roosevelt (1936 con 523) , Lyndon B Johnson en 1964 con 486, Richard Nixon, en 1972 con 520 y Ronald Reagan en 1984 quien ostenta el récord histórico de haber ganado 525 en su relección contra Walter Mondale en 1984.

Sin embargo, en los años subsiguientes las elecciones fueron ganadas indistintamente con fluctuaciones decrecientes a partir de George Bush padre (1988 con 426) , Bill Clinton (1992 con 370 y 379 en su segundo mandato) , George Bush hijo en el 2000 con 271 y 286 en la segunda vuelta . Varios expertos consideran que la razón esta en la polarización política de la sociedad entre conservadores y liberales y liberales radicales. 

Sin embargo, a partir de la puesta en marcha de este Pacto Nacional por el Voto Popular en el 2006 se puede apreciar que los votos electorales ganados superan otra vez la barrera de los 300 al ganar Obama con 338 en 2008  y 303 en el 2012, tendencia que se detiene en las elecciones del 2016 y nuevamente ocurre con Biden en 2020.

La gran dificultad para detener este avance acelerado está en el propio vacio legal del Artículo II de la Constitucion de EE.UU, la cual debería ser enmendada y blindada tal como lo está la Segunda Enmienda que clara mente especifica: shall not be infringed. Sin embargo es casi imposible que tanto Congreso como Senado tengan la voluntad para hacer un proceso que tomaría años. Sin emargo, según las previsiones, el NPVIC tiene una alta probabilidad de consumarse en un periodo de 4 a 6 años. Y entonces adios a la República