Servicio Postal de EE.UU. inaugura nueva división que podría "oficializar" la interferencia electoral.

Por Carlos Carballido.

La información ha pasado casi inadvertida pero a finales de Julio el Servicio Postal de Estados Unidos (USPS por sus siglas en inglés) anunció la creación de la División de Servicios Postales Electorales y Gubernamentales bajo el argumento de supervisar de manera "segura" y eficaz el procesamiento y conteo de las boletas enviadas por correo que se esperan en número superlativo en las venideras elecciones.

La idea detrás de la creación de esta nueva división, dice USPS, es tener una división permanente dedicada a tratar asuntos electorales, en lugar de manejar los problemas  uno a la vez como en el pasado. En otras palabras, tener poder de decisión sobre los votos que reciban, amparados bajo el manto del secretismo federal que ha sido distintivo de los servicios de correos en Estados Unidos. 

Hasta aquí todo parece bien pero, la parte que ocultan los medios y la propia USPS, es el posible y casi seguro conflicto de intereses ya  que  los encargados de dirigir está división son afiliados al partido Demócrata que históricamente han apoyado a los candidatos de ese bloque. 

MARCADO CONFLICTO DE INTERESES

Tanto Adrienne E. Marshall, una veterana del USPS,  nombrada como la primera directora de la división, con Marc Elias, el principal profesional de la ley demócrata y defensor de las elecciones por correo desde hace mucho tiempo, serán las dos cabezas de este nuevo departamento. Ambos endorsaron políticamente a Joe Biden durante las pasadas elecciones.

El otro problema que creará un  conflicto de intereses es que el presidente Joe Biden nominó a tres personas para ocupar las vacantes en la Junta de Gobernadores de USPS de nueve miembros. La junta determina el director general de correos, que sigue siendo, por ahora, Louis DeBoy. 

Los nominados de Biden incluyen al exconsejero principal del Sindicato Estadounidense de Trabajadores Postales y al director del Instituto Nacional de Voto en Casa, una organización sin fines de lucro que impulsa la votación por correo en todo el país. Unos 80 miembros demócratas de la Cámara de Representantes de EE. UU. enviaron una carta a Biden instando a la junta de candidatos a gobernador a tomar medidas para acelerar la destitución de DeJoy y dar paso a los nominados por el Partido Demócrata. 

La pregunta que habrá que hacer y que ningún periodista hace es ...¿Debería preocupar al los electores  que el USPS preste más atención a las boletas por correo? 

Con estos directivos todos a favor de los Demócratas y recibiendo además apoyos sindicales marcadamente antirepublicanos, la única conclusión posible es que en las venideras elecciones, este departamento no es otra cosa que la legalización de la interferencia de una institución en los resultados electorales. 

¿Y por qué lo afirmamos? Primero porque el  Servicio de Inspección Postal dice que monitorean “el correo político y electoral a medida que se mueve a través de la red postal para prevenir, identificar y resolver cualquier problema que pueda interferir con su entrega segura y oportuna”. Todo lo cual suena muy bien en teoría, pero ¿qué sucede si el correo no llega o se desvía cómo muestran cientos de evidencias ocurridas en las pasadas elecciones? ¿O si no pasan selectivamente hacia los candidatos que marquen cada boleta?

En segundo lugar y definitivamente lo más grave es que  investigar después de los hechos no cambiará los resultados de las elecciones a pesar de mostrar evidencias o denunciar irregularidades porque... Ya el presidente habría sido certificado y/o investido en su cargo. 

Hay otros dos aspectos que no se han tomado en cuenta en esta nueva decisión...Según sus propias métricas, el USPS afirmó que entregó el 99,89 por ciento de las boletas por correo dentro de los siete días durante las elecciones de 2020. Pero esto no garantiza que las boletas hayan ido al candidato correcto por la sencilla razón de que  el liderazgo de la fuerza laboral fuertemente sindicalizada del USPS es presisamente Demócrata. La Asociación Nacional de Carteros es afiliada a la La Federación Americana del Trabajo y Congreso de Organizaciones Industriales (AFL-CIO) y respaldó a Biden en 2020. Representa a 277.000 trabajadores de esa institución postal.

También el  Sindicato Estadounidense de Trabajadores Postales ( presentes en conflictos laborales y demandas judiciales)  respaldó a Biden. Representa a otros 330.000 trabajadores y también está bajo el paraguas de la AFL-CIO.

 Si hubiera un esfuerzo concertado para obstaculizar el correo electoral, el Servicio de Inspección Postal probablemente no se daría cuenta a tiempo para detenerlo y evitar que la entrega selectiva del correo incline una elección.

En el caso de las boletas por correo, la interferencia sindical de USPS podría tomar la forma de un esfuerzo para facilitar  los retrasos en las áreas de mayoría republicana tanto de las solicitudes de boletas por correo como de las boletas mismas. Pero hay otras formas de inclinar la balanza a través del buzón: interferir con los materiales de campaña enviados por correo. 

Fiscalizar estas posibles acciones de una institución que está protegida por el halo federal  es prácticamente imposible en medio de una contienda electoral donde ya se vió que los jueces y la propia Corte Suprema se negaron a investigar posibles casos de fraude e irregularidades en las elecciones y el voto por correo  suficiente como para descalificar cualquier Elección. 

ANTECEDENTES

No es la primera vez que este tipo de acciones ocurren en USPS.

 Una simple búsqueda pública indica que hace dos años, el USPS realizó una auditoría del correo electoral y descubrió que unas 68,000 piezas de materiales electorales para las elecciones primarias para alcalde de Baltimore permanecieron sin ser entregadas durante cinco días antes de las elecciones del 2 de junio.

El candidato demócrata con más puntos en las encuestas terminó perdiendo las elecciones contra un oponente que ocupaba el 5to lugar de preferencia pero que contaba con un absoluto respaldo del sindicato de correos. 

Los mismo ocurrió en el Distrito 73 de la Cámara de Representantes de Texas que a pesar de contar con mayoría republicana en los colegios electorales, terminaron ganando por muy muy  estrecho margen contra candidatos respaldados por sindicatos de maestros, bomberos y policías de afiliación democrata. En ello influyó, que casualidad, la entrega tardía de boletas electorales enviadas por correo ( mayoría republicana) y que no fueron añadidas al conteo electoral.

La creación de esta nueva división, cuyos directivos no solo son de afiliación demócrata sino que están asociados a grupos que cabildean para institucionalizar el voto por correo así como también la influencia de sindicatos izquierdistas que agrupan a los trabajadores del correo postal estadounidense terminará por legitimar el fraude electoral, el mismo que impidió la reelección de Trump. 

Si a este nuevo brazo institucional del partido Demócrata sumamos la influencia de las cortes locales y supremas que se niegan a  recibir evidencias y denuncias de irregularidades en las votaciones entonces la teoría del ideólogo comunista Italiano, Antonio Gramcsi,  de destruir el capitalismo minando sus instituciones desde adentro, ya llegó a EE. UU. para quedarse.