Instituciones de EE.UU. literalmente tomadas por la izquierda liberal marxista. Trump no la tiene fácil

 Por Carlos Carballido. Con información Steve McCann periodista y abogado sobre temas constitucionalistas 

Estados Unidos se ha transformado. Sus instiuciones principales han cambiado su papel de defensa del pueblo, la libertad y la seguridad nacional  para darle paso a una legión de izquierdistas liberales marxistas que están cambiando el rumbo político de la nación.

Es una especie de Estado Profundo dentro del ya tradicional Estado Profundo del Establishment tanto republicano como demócrata. Y la prueba mas sólida es la rabiosa persecusión política  a la que las instituciones están sometiendo al candidato presidencial Donald Trump con causas improbables de ganar pero que tienen como objetivo sacar al expresidente de la contienda prevista para el 2024. Cualquier abogado o Profesor de Constitucionalismo afirmará que esto no es mas que interferencia electoral burda y absurda pero que no tiene precedente en Estados Unidos. 

¿Y por qué sucede esto en este primer cuarto del siglo 21? Sencillamente porque las instituciones americanas ya dejaron de ser imparciales para ser dirigidas por cientos de miles de liberales marxistas afiliados al partido demóicrata. 

Las instituciones a las que se dirigieron los marxistas estadounidenses fueron aquellas en los campos de la educación, el entretenimiento y los medios de comunicación. La izquierda radical, atizada por ideólogos como Gramci, comprendieron que el dominio de estas instituciones sería el primer paso para lograr sus objetivos finales: el control del Partido Demócrata, la hegemonía dentro de la burocracia federal y el dominio del poder judicial. Su éxito hasta la fecha ha sido extraordinario. Estan a un paso de dinamitar a la Unión Americana desde adentro para pasar a un gobierno totalitario sin garantias ni libertades.  

Hoy  los profesores liberales (socialistas) en los campus universitarios superan en número a los conservadores en una proporción de 17 a 1 (en 1968 era de 2,7 a 1 y puede comprobarlo aquí  ). Este mismo desequilibrio también infecta las escuelas públicas K-12 de la nación a través de los sindicatos de maestros radicalizados (informe aquí). Como resultado, dos generaciones de estadounidenses han estado sujetas a un interminable adoctrinamiento socialista y una historia estadounidense revisionista. (Léa reporte aquí) 

Los medios de comunicación, incluidas las redes sociales, están tan dominados también  por los marxistas estadounidenses que en 2020 el 90 % de sus contribuciones políticas individuales y corporativas se destinaron a candidatos del partido demócrata (compruébelo aquí) . La única función del legado y gran parte de las redes sociales hoy en día es promover las políticas de la jerarquía del Partido Demócrata.} y demonizar, cancelar o  invisibilizar mediante algorítmos el mensaje patriota o conservador. 

Otra institución estadounidense que alguna vez fue políticamente neutral, la industria del entretenimiento, ahora es capturada por la izquierda, ya que casi el 90% de sus donaciones políticas se destinan a un partido demócrata radicalizado (Estadísticas aquí) . En los últimos cincuenta años, esta industria que alguna vez fue vital ha degenerado en el brazo de propaganda de los marxistas estadounidenses que promueven su desviación, corrupción y determinación para socavar la cultura y la sociedad. Sus productos audiovisuales esta´n repletos de ideologia liberal en todas sus modalidades dirigida sobre todo al público joven. 

Si bien el Partido Demócrata se ha inclinado cada vez más hacia el socialismo desde los días de Woodrow Wilson, fue la elección de Barack Obama el catalizador para transformar completamente a esa institución en el partido marxista/socialista de Estados Unidos empeñado en lograr la hegemonía de un solo bloque ideologico. Además, Obama estaba decidido a llenar el poder judicial con jueces de izquierda , y lo logró, ya que prácticamente cada uno de sus nombramientos judiciales ha revelado su parcialidad e ideología de izquierda mientras se desempeñaba en los distintos tribunales. Y esta afirmación no es míua sino un informe de la agencia Reuter que usted puede leer aquí 

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A escasos meses de la contienda presidencial, la persecusión política hacia el candidato republicano líder en las encuestas se ha vuelto virulenta y despiadada lo cual es ya de por si una violación constitucional que hasta el momento sigue de manera impune. 

Joe Biden y Merrick Garland insistieron en las acusaciones de Donald Trump por cargos engañosos y obviamente motivados políticamente porque confiaban en que tanto las fuerzas del orden público federales (el FBI) ​​como los tribunales de distrito y de apelaciones de Washington DC estarían dispuestos a participar en sus maquinaciones como todos lo están. abrumadoramente dominado por izquierdistas cuya lealtad es al Partido Demócrata.   

Su arrogancia también provocó el intento explícito  ( léalo aquí) de engañar a un juez federal en Delaware para que firmara ciegamente un indulto general preventivo de facto para Hunter Biden. Afortunadamente para el pueblo estadounidense, el juez vio a través de su atroz farsa y expuso su duplicidad. Fue solo la suerte del sorteo que la jueza Maryellen Noreika fue elegida para adjudicar el acuerdo de culpabilidad. 

El Tribunal de Distrito de EE. UU. para el Distrito de Columbia , que ha dado luz verde a todas las mociones, solicitudes y recomendaciones del Departamento de Justicia en relación con las investigaciones de Trump y ha sido extraordinariamente punitivo con los acusados ​​del 6 de enero , está compuesto por 15 jueces. Obama nombró a siete y Biden habrá designado cuatro hasta la fecha o casi el 75% entre ellos. El Tribunal de Apelaciones del Circuito de DC tiene una lista similar a la que Obama y Biden han designado hasta ahora a siete de los 11 jueces. Joe Biden ha seguido los pasos de Obama al nominar jueces de izquierda radical igualmente o más ligados ideológicamente. 

Hay 667 jueces de tribunales de distrito en todo Estados Unidos. Obama y Biden (hasta la fecha) han designado 371 con 63 vacantes que Biden , con un Senado controlado por los demócratas, llenará antes del final de su mandato. Así, entre Obama y Biden habrán designado 434 jueces o casi dos tercios. (compruébelo aquí)

Según los promedios históricos, si Biden o cualquier demócrata gana las elecciones de 2024, designarán entre 150 y 170 jueces del Tribunal de Distrito y entre 30 y 40 jueces del Tribunal de Apelaciones del Circuito para 2028. Lo que resultará en más de 595 de los 667 jueces del Tribunal de Distrito ( 89%) y 126 de los 179 jueces de la Corte de Apelaciones de Circuito (70%) fueron designados por una Casa Blanca controlada por marxistas desde 2008. Por lo tanto, transformando todo el Poder Judicial Federal en un brazo ejecutor de facto del Partido Demócrata. 

Además, los dos jueces de la Corte Suprema de mayor edad y más conservadores, Clarence Thomas y Samuel Alito, tendrán 80 y 78 años respectivamente para 2028, lo que abre la clara posibilidad de que los demócratas nombren a sus reemplazos, inclinando así la Corte a la radicalidad. Izquierda y complicidad en la implementación de la agenda política y social marxista estadounidense.

Lo que le está sucediendo a Trump no se limitará a la oposición política del demócrata, sino que estará dirigido a prácticamente todos los que se oponen a los dictados y políticas de un estado socialista de un solo partido de facto.

Las acusaciones desesperadas y absurdas de Donald Trump deben ser una llamada de atención para el pueblo estadounidense, en particular para los votantes republicanos e independientes. Estas acciones desmedidas subrayan la realidad de que ya no es una hipérbole decir que las elecciones de 2024 son las más importantes desde 1860. Al igual que en 1860, en 2024 el futuro de esta nación pende de un hilo. Si el poder judicial está cautivo de los marxistas, no hay vuelta atrás.